Frank Mayer
Por Andreas Ingerl. Alemania. Traducido, resumido e ilustrado por Frank Mayer - revisado por Salvador Aldeguer

Una lucha

Imprimir

 

Foto
Portada Libro

Reseña de una parte del libro del novelista Patrik Süskind ( “El perfume” entre otros)

Foto
Patrick Süskind * 26.3.1949

Título de la historia: “Una lucha”

Foto
Portada Libro

1. El lugar: “Jardin du Luxembourg”

Foto
Jardin du Luxembourg. Foto: N. Bota

2. El desconocido:

Jean
Desde el punto de vista exterior, da la sensación de ser un hombre imperturbable. La gente le ofrece cierto afecto. En la distancia corta, llama la atención. De repente es apreciado. Simboliza sus esperanzas. Sin embargo, nadie le conoce.

 

3. Jean:

JeanEl maestro local de ajedrez de 70 años de edad, todavía imbatido.

No por ser un jugador de absoluta lógica sino porque siempre va un paso por delante del adversario y su capacidad de componer exclusivamente su concentración es asombrosa. Hasta ahora, nunca ha cometido ni un solo error en ninguna partida.

4. El presentimiento:

Foto

Este atractivo joven, elegantemente vestido, tranquilo y seguro de sí mismo con un halo de extrañeza y peculiaridad, que le rodea, da el convencimiento a los espectadores, que vencerá al antipopular maestro local.

5. Al comienzo de la partida:

Foto
© Elke Rehder Fine Arts

Los espectadores le gritan: “¡Ten cuidado, Jean! Esta vez te va a coger por el cuello. Hoy será tu “Waterloo”. Se desarrollan las primeras jugadas dentro de la teoría de las aperturas y defensas, prácticamente de forma automática. Sin embargo, ya avanzada la partida y en el medio juego ocurre lo siguiente.

6. La jugada de la dama:

Foto
© Elke Rehder Fine Arts

El joven penetra con su dama negra hasta el fondo del centro neurálgico de las blancas. Realiza unas jugadas increíbles con la reina, lo que hace que la gente se queda sin respiración ante la emoción del momento.

Pronto se verá el sentido y objetivo sagaz de los movimientos extraordinarios.

7. La reacción de Jean:

Foto

Jean vacila en mover. Está sudando, preocupado. La gente le desea una rápida perdida de material.

Sin embargo, ahora juega con la mano temblorosa y coloca su caballo en una casilla, donde ya no está sometido al ataque de la dama contraria, si no ataca por su parte y cubre su torre.

8. El sacrificio de la dama negra:

Foto
Pintura de Heike Knapp

Las negras se olvidan de la dama atacada y mueven el peón a “g6” para dejar un hueco al alfil.

Los espectadores comienzan a murmurar: “¡Vaya tío, este forastero! Debe ser un Gran Maestro, que permite que se coma su dama a favor de una jugadita de un peoncito.

Seguro, que Jean, al que todos ya odian, pronto se verá derrotado!”

9. La batalla y sus consecuencias:

Foto
© Elke Rehder Fine Arts

De repente, las negras dan varios jaques al Rey blanco, los presentes aplauden, se ríen y se mofan. Jean será derrotado en pocas jugadas…

Ahora ya se desarrolla la batalla: una pieza se come la otra, golpe por golpe.

Sin embargo, las blancas saben defenderse y aguantan bien los apuros de la posición.

Una situación que no acaba de gustar al público.

10. La última jugada:

Foto
© Elke Rehder Fine Arts

Hacia el final de la partida, el tablero se ha vaciado tanto, que las negras están en minoría y las blancas van por el camino de la victoria.

Los últimos aficionados creen todavía en un milagro por parte del chico forastero con sus piezas negras, pero la mano del joven adversario se mueve encima de su rey y lo abate. Acepta la derrota.

11. El final:

Foto

A pesar de abandonar el parque, invencido, Jean, el viejo no se considera como confirmado, si no que para él es una pírrica victoria. Fue la partida más repugnante de su carrera.

Tampoco habría lugar a revancha por haberse ausentado el joven talento sin mediar ni una sola palabra con nadie de los presentes.

JeanJean se ha decidido ya.

No quiere soportar la carga y responsabilidad de tener que ganar siempre porque la gente lo espera de él.

Se quita el abrigo de “maestro local”, prescinde definitivamente del ajedrez y se dedicará en el futuro al juego de “boule” como todos los demás pensionistas, un juego inocente y sociable de poca o nula exigencia moral.

Foto

 

Por Andreas Ingerl. Alemania

Traducido, resumido e ilustrado Frank Mayer Revisado por Salvador Aldeguer

Retoques y maquetación: Antón Busto

Sitges (Barcelona), diciembre de 2009

OTROS ARTÍCULOS DE FRANK MAYER

TablaDeFlandes.com