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El simbolismo surrealista del ajedrez |
El sueño de la victoria termina bajo la guillotina en posición de ahogado
El 20 de julio de 1982 el Rey JUAN-CARLOS I de España le otorgó un título de noble de acuerdo con su personalidad y nombró a Dalí: MARQUÉS de Dalí de Púbol y se bautizó un asteroide conforme a su nombre y durante toda su vida fue y le valió como la esencia de la auto-representación de su propia comercialización, como precursor e icono del surrealismo y uno de los organizadores del simbolismo surrealista en el ajedrez.
Por supuesto, nos referimos al insigne “Marqués de Púbol” para los aficionados al arte y al público en general conocido como el creador de “la jirafas ardientes” o DALÍ se llamaba Salvador Felip Jacint Dalí Doménech – conocido mundialmente: Dalí
Sus visiones y puestas plásticas en escena han elevado la presencia óptica del ajedrez a un nuevo nivel surrealista. La visualización inconfundible de Dalí es el tiempo efímero, como lo conocen sobre todo los jugadores de ajedrez. En una de sus pinturas más famosas (vean arriba) la título: El “Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada, un segundo antes de despertar.” ilustra el pintor ampurdanés las visiones surrealistas. En este óleo del año 1944 Dalí combina los símbolos y como se aplican – de forma intencionada o no – en el ámbito del ajedrez. Un club de ajedrez, bastante aburrido en lugar de seguir usando los eternos símbolos de piezas ajedrecistas para su asociación, buscó un nuevo formato y creó un novedoso logo para sus páginas Web en el Internet. La imagen “Body-Paint” de una mujer tumbada, que ha creado un estudio gráfico, tiene una asombrosa semejanza con la mujer del “Sueño” de Dalí.
El simbolismo de Dalí es insuperable, cuando está visualizando el instante del despertar de un sueño. Aquí, el tigre con una enorme fuerza y en la acometida de su salto cuando ataca, es devorado por detrás por un monstruo, que aparece de las profundidades del mar. Justamente estos momentáneos sentimientos se apoderan de muchos jugadores de ajedrez que con la absoluta certeza de su fuerza ante la victoria inmediata – se ciegan, demasiadas veces y el contrincante aparentemente inferior aprovecha la jugada y se salva de la derrota mediante
Dalí describe este momento:
Y aquí se cierra el círculo del simbolismo: El sueño, la picadura de la abeja, la caída de la guillotina, el sentimiento de la victoria durante una partida de ajedrez y el horror en una fracción de segundos, si se descubre la posición de ahogado. Pero en el ajedrez no existe un camino hacia la guillotina, donde el delincuente será esposado, vendados los ojos y conducido ante el verdugo situado al pié de la guillotina – no, allí todo ocurre voluntariamente. Si partimos de una posición prácticamente igualada para comenzar la partida, tanto uno como en el otro jugador se produce el mismo consciente o inconsciente hacia una posición desfavorable y sólo la capacidad de visión del adversario decide sobre la victoria, la derrota o la posición de ahogado.
Traducido, adaptado e ilustrado por Frank Mayer - Revisado por Salvador Aldeguer Retoques y maquetación: Antón Busto Sitges (Barcelona), marzo de 2010 |