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El preceptor del juego de ajedrez | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Dr. Siegbert Tarrasch
Al principio de los años noventa en el siglo XIX, el Dr. Siegbert Tarrasch contaba por victorias los torneos en los que participaba (Breslavia, Manchester, Dresde, Leipzig), siendo sus hitos culminantes el torneo memorial imperial en Viena, de 1898, y el de Montecarlo en 1903. Dr. Siegbert Tarrasch En secreto se le llamó “Campeón mundial de los torneos”. Sin embargo, el título auténtico no le fue posible conseguirlo. En el año 1892 denegó la disputa de un campeonato por el título mundial en La Habana contra Wilhelm Steinitz por razones profesionales. Posteriormente, el Dr. Emanuel Lasker se colocó entre él y la corona de ajedrez. El Dr. Lasker dio la siguiente explicación para justificar este fracaso cuando estaba a punto de efectuar el último paso hacia la cima: “Quizás, en su interior no tenía el espíritu de lucha necesario, a lo mejor la belleza del juego era más importante para él.”
(Su credo: "El ajedrez como el amor, como la música tiene la facultad de hacer feliz a una persona") El Dr. Tarrasch admiraba la belleza de una jugada , su idea profunda y estética, mientras que para el Dr. Lasker primaba su efectividad. La decisión sobre esta diferencia de criterios en la concepción del juego se produjo durante el Campeonato mundial en 1908 con el resultado de 8:3 para Dr. Lasker y 5 tablas:
Totalmente merecido, el Dr. Tarrasch junto con el Dr. Lasker, Capablanca, Alekhine y Marshall le fue ortogado el título de Gran Maestro por parte del Zar Nicolás II
Siegbert Tarrasch nació el 5 de marzo de 1862 en Breslavia. En dicha ciudad estudió la carrera de Medicina y fue un médico-cirujano brillante que ejerció esta profesión durante toda su vida. No obstante, su pasión verdadera fue el ajedrez. Ya durante sus años de vida, el Dr. Tarrasch, agudo, fiel a sus principios, irritable y equivalente dogmático, fue considerado como el “Praeceptor Germaniae” (el catedrático de Alemania):
También fue él, que mediante sus excelentes obras instructivas fundó la “escuela moderna del ajedrez”. Hasta hoy en día “El juego de ajedrez, 300 partidas de ajedrez” y "La partida moderna de ajedrez” han influido a los jugadores de ajedrez.
Sus tesis culminaron en unos preceptos muy claros:
El Dr. Tarrasch quiso establecer el ajedrez como un deporte popular. Por este motivo, fundó en 1932 la revista que lleva por título: “La revista de ajedrez del Dr. Tarrasch”. Ya antes de la Iª Guerra Mundial se metió de lleno en la disputa teórica sobre las ideas del ajedrez “hipermoderno” y preferentemente con Aaron Nimzowich
Entonces se declaró “la lucha por el centro” como “Causa Prima”, el factor más importante en el sentido teórico del ajedrez. Al final este debate acabó en tablas. No hubo ni vencedores ni vencidos. El Dr. Siegbert Tarrasch falleció en Munich, el 17 de febrero 1934, con todos los honores. Lo que nos queda, es su frase maravillosa: “Antes del final, los Dioses han puesto el medio juego”
Fuente: Hugo Kastner Por Frank Mayer – revisado por José Angulo Retoques y maquetación: Antón Busto Sitges (Barcelona), julio de 2010 |
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