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¿Por qué Alekhine le negó una revancha a Capablanca? |
INTENTANDO UN ESCLARECIMIENTO Según el G.M. Savielly Tartakover: ”Si el ajedrez es lucha, el mejor es Lasker, si el ajedrez es ciencia, el mejor es Capablanca, si el ajedrez es arte, el mejor es Alekhine”. El nuevo Campeón del mundo José Raúl Capablanca, como vencedor del match contra el Dr. Emmanuel Lasker en 1921, participa en el torneo de Londres de 1922, en el que triunfa nuevamente el genial cubano.
Vean la clasificación final: Londres 1922 Con un buen número de fuertes jugadores, se creía que el campeón no podría evadir retos a su título como había sucedido en el pasado. En este torneo, algunos de los mejores jugadores de aquella época fueron Alexander Alekhine, Efim Bogoljubov, Géza Maróczy, Richard Réti, Akiva Rubinstein, Savielly Tartakover y Milan Vidmar. Ellos -junto con Capablanca- se reunieron para discutir las reglas que regirían en los campeonatos mundiales del futuro. Una de las condiciones propuestas por el campeón fue que el aspirante al título tendría que reunir un mínimo de diez mil dólares para el premio. (Extracto de la biografía de José Raúl Capablanca) Sin embargo, Capablanca se resistía a poner en juego su título y empezó a correr el tiempo: un año, dos años, tres, cuatro, cinco… años. No hubo la más mínima intención, como se insinuó en los círculos ajedrecistas de aquellos tiempos. Además de Alekhine, también Rubinstein y Nimzowitsch desafiaron a Capablanca, pero no lograron reunir la suma convenida en 1922. Capablanca se mantuvo inflexible y se negaba a jugar, si no se ponía el premio acordado sobre la mesa. Después de seis años de reinado, sorprendentemente el gobierno argentino aportó el dinero exigido para que se dispute el match Capablanca - Alekhine, con la condición de que se disputara en Buenos Aires en 1927. Entonces Capablanca gustosamente aceptó el reto para defender su título.
A continuación los resultados del match: Alekhine venció a Capablanca por 6 victorias a 3 y un número interminable de tablas. El bueno de Capablanca perdió el título con Alekhine, podría decirse de forma “accidental”.
Conviene recordar que en los seis meses que mediaron entre el torneo internacional de Nueva York 1927,
en el que Capablanca “barrió” a todos sus rivales incluido Alekhine, Clasificación Final y el inicio del Campeonato del Mundo en Buenos Aires, el cubano no jugó ni una sola partida. Y que tanto tiempo de inactividad en la alta competición, incluso para un genio como él, obliga a trabajar mucho y “Capa” no lo hizo. Capablanca se sentía tan superior que se confió y no se preparó como correspondía mientras Alekhine, escondido en su alcoba a la luz de una vela, noche tras noche estudiaba especialmente las partidas de su rival. Así descubrió algunas debilidades en el juego del campeón, que le sirvieron posteriormente para ganar el match.
En cierto modo, a Capablanca le pilló por sorpresa el juego brillante del aspirante, que se vio acompañado de la diosa fortuna en algunas partidas. Alekhine rechazó una solicitud de aplazamiento del match formulada por Capablanca en razón de las innumerables tablas y su delicado estado de salud por el esfuerzo y su crónica hipertensión que lo llevaría a la tumba años después. A pesar de la rivalidad que existía, ambos jugadores tuvieron mutuas palabras de elogio.
“El Doctor Alekhine siempre juega bien(...), el título de Campeón del mundo está en buenas manos”, declaró Capablanca tras perder el match de Buenos Aires de 1927. “Desde que conocí a Capablanca, sabía que alguna vez sería el Campeón y yo su lógico retador (…) y debo confesar que al conocer su propuesta del match sentí renovados mis deseos de luchar contra Capablanca del que admiraba y admiro mucho su talento”, manifestó el ruso al vencer el mismo match. Estamos seguros que si el match-revancha se hubiera realizado pocos años después Capablanca hubiera recuperado el título, porque se había preparado concienzudamente para competir con tan formidable rival. Realmente, por aquellos años el único adversario serio que tenía Alekhine en el mundo era Capablanca y él lo sabía. Por eso no se realizó el ansiado match de revancha. Resultados parciales entre Capablanca y Alekhine: 1914 San Petersburgo (serie corta) 2 0 1924 Nueva York 1 0 y 3 tablas Totales 9 : 7 y 33 tablas Capablanca aventajó por 2 puntos a Alekhine contando todas las partidas en que se enfrentaron. Debemos recordar la situación económica y financiera del mundo, cuando se produce aquel tremendo colapso con el famoso” viernes negro”, que ciertamente era un jueves, justamente el 24 de octubre de 1929, al ocurrir “el desastre financiero de las bolsas” y el comienzo de una crisis económica que afectó al mundo entero.
¿Quién hubiera podido aportar 10.000 dólares para “obligar” que Alekhine acepte un nuevo desafío de Capablanca? Sabemos que Capablanca hizo enormes esfuerzos para reunir esta suma y finalmente la consiguió. Sin embargo, Alekhine rechazó aquella oferta, alegando que el dólar se había devaluado mucho y quiso la suma en oro. Entonces, Capablanca se indignó y se retiró. No obstante, pocos años después Alekhine aceptó jugar con un premio menor matches contra Bogoljubov
(1929 y 1934) y el Dr. Max Euwe que, sí pudo reunir la suma pactada
(1935 y 1937), sabiendo que eran adversarios accesibles. El match de 1935 contra el Dr. Max Euwe estavo rodeado de rumores sobre la fuerte adicción al alcohol de Alekhine. Finalmente nos permitimos recalcar el gran triunfo de Capablanca en el fortísimo torneo de Nottingham 1936, en el cual derrota a Alekhine de forma contundente.
Nottingham 1936
A continuación ofrecemos a los lectores la partida entre: Capablanca, José Raúl - Alekhine, Alexander [A92] 1.d4 e6 2.Cf3 f5 3.g3 Cf6 4.Ag2 Ae7 5.0-0 0-0 6.c4 Ce4 Con orgullo, Alekhine reclama esta y la siguiente jugada como su invento y valora esta posición por la debilidad de las blancas en la casilla e4 como equilibrada. 7.Db3 Af6 8.Td1 De8 9.Cc3 Cc6 10.Cb5 Ad8 11.Dc2 d6 12.d5 Alekhine opina, que a3, seguido de b4 como un mejor plan.12.. Cb4 13.Db3 Más sencillo hubiera sido 18. Ae3 13.. Ca6 14.dxe6 Cac5 15.Dc2 Cxe6 16.Cfd4 Cxd4 17.Cxd4 Af6 18.Cb5 De7 19.Ae3 a6 20.Cd4 Ad7 21.Tac1 Tae8 22.b4 b6 23.Cf3 Esta jugada debería considerarse como desfavorable para las blancas... 23.. Cc3 24.Td3 f4? Alekhine: Ha sido un mal cálculo por mi parte. Pensé ganar dos calidades, pero ocurrió que en su lugar perdí tres piezas contra dos torres. La continuación más sencilla. 24...Aa4 25. Dd2 Ce4 26. De1 g5!, quizás de esta forma hubiera dejado una ventaja obvia y probablemente decisiva. 25.gxf4 Af5 26.Dd2 Axd3 27.exd3 c5? Necesario hubiera sido 27...Ca4, pero después de 28. Cg5!, las blancas hubiesen sido superiores. 28.Txc3 Axc3 29.Dxc3 Df6 30.Dxf6 gxf6 31.Cd2 f5 32.b5 a5 33.Cf1 Rf7 34.Cg3 Rg6 35.Af3 Te7 36.Rf1 Rf6 37.Ad2 Rg6 1-0 PGN
Las negras abandonaron la partida aplazada, sin esperar la apertura del sobre con la jugada siguiente (38. a4), entregada al árbitro. Conducir las piezas blancas hacia la victoria, hubiera sido solamente una cuestión de tiempo.
Para terminar: Un poema de Nicolás Guillén Así pues, Capablanca y su caballo blanco
Fuentes: MI Nelson Pinal Borgesl Por Frank Mayer. Sitges (Barcelona) - revisado por Arquitecto Roberto Pagura (Buenos Aires) Retoques y maquetación: Antón Busto Sitges (Barcelona), abril 2011 |