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¿Qué tiene que ver el ajedrez con el humor? |
Hablando de Nimzowitch. Al recordar este nombre, me vienen a la memoria mis años de aprendizaje y de milagros ajedrecistas. “Mi sistema” de Aarón Nimzowitch. Mientras la mayoría de los libros de ajedrez fueron más bien libros mejores o peores de matemáticas, su sistema dejó patas arriba – sin lugar a dudas – a todas las estrategias, aprendidas con muchos esfuerzos hasta aquel momento (Durante los torneos, él mismo, con cierta frecuencia, se puso patas arriba). Pero más que en su contenido se distinguió el libro por su estilo tan alejado de otras obras al uso, que ya adquirieron el sabor de un pan seco y viejo. Mientras tanto los textos de ‘Nimzo’ fueron panecillos con mantequilla y jengibre: frescos, jugosos, salados e inspirantes. Como con su compañero revolucionario, Savielly Tartakover y sus brillantes aforismos, el libro de Nimzowitch está lleno de expresiones ingeniosas, metáforas refinadas, insolencias, desprecios y burlas para la vieja escuela. En síntesis: fue gracioso. Sin embargo, hoy me pregunto: ¿Pertenece la broma al ajedrez? ¿En general, el humor pertenece al ajedrez? De Nimzowitch sabemos, que todavía hoy algunos de sus principios e incluso sus aperturas son válidas y populares. Las mismas le han dado una inmortalidad en el mundo del ajedrez. Pero lamentablemente su estilo brillante de la palabra ha muerto con él. Los libros de enseñanza de hoy, respectivamente los CD-ROM, están confeccionados con un estilo seco de análisis (“después de 11., 12., 13., 14. caballo e6, las blancas tienen una ventaja de 0,67”). Los matadores de ajedrez quieren valoraciones numéricas y no metáforas (“el caballo ha penetrado en e6 y difunde miedo y susto en el lado negro como un pulpo enorme”). Quién se pasea por una sala de torneo observa muchas caras serias:
Concentración, estrés, esfuerzo, obstinación, incredulidad, decepción, enfado, resignación, rabia, cara de póquer, serenidad simulada, señal afirmativa con la cabeza y cabeceo, temblor con los pies, muecas llenas de dolor, como si su cuerpo estuviese torturado, lágrimas retenidas y una gran cantidad de otras emociones, pero ninguna risa, ninguna sonrisa, ni siquiera una burlona. Bien sea, que no exista ninguna razón para reírse o bien, si hay una, por ejemplo: Si el adversario se ha puesto asimismo una zancadilla, entonces la risa está mal vista. Durante el tenis, un partido de fútbol (Ronaldinho siempre se ríe): e incluso durante un combate de boxeo ocurren acciones, que provocan hilaridad. Incluso hay muchos jugadores de ajedrez, que una vez alejados del tablero, como espectadores ó narradores de anécdotas, disponen de una innata y espontánea gracia natural, ironía e incluso un simpático humor.. Entre los candidatos por el Campeonato Mundial del año pasado, destaca Vishy Anand en sus conversaciones con un humor fino, sabio y generoso, mientras tanto Vladimir Kramnik contradice repentina y enérgicamente a los periodistas demasiado listos, con unos chistes acertados. Por otra parte, Nigel Short cuenta mediante una sorna muy británica nuevas creaciones de palabras con la aprobación risueña de la gente. “fritzed out” = “hecho polvo por Fritz”, llamó recientemente a un compañero, que fue víctima de un adversario, preparado por Fritz. En general, el humor anglosajón es aquel, que no retrocede para nada ante la seriedad del ajedrez. Los Grandes Maestros Maurice Ashley: y Daniel King: comentaron de forma tan divertida varios torneos y encuentros para los espectadores, Las estrellas del escenario clavaron sus ojos en el público y se dirigieron al árbitro. La comicidad había vencido al ajedrez. Finalmente, se pidió a los comentadores eliminaran los términos jocosos. De esta manera, nos queda la pregunta: ¿Una partida de ajedrez en sí misma puede ser divertida? ¿Existe el humor en el tablero? Y aquí no nos referimos a aquellas partidas, que provocan risas por un “black-out” repentino ó un “Fingerfehler” por razones de la alegría del mal ajeno. Por supuesto, en el ajedrez de problemas ya hay posiciones, que son cómicas y las jugadas de solución descubren un profundo sentido del humor. Se han realizado ya partidas de mucho arte, en las cuales ocurrieron al mismo tiempo jugadas y posiciones sumamente divertidas, bien a favor del uno u otro bando, que entraron en los anales de la historia de ajedrez. Si consideramos el ajedrez como arte, se produce también el humor en el tablero.
P.D. Una forma especial de humor apareció durante el último Campeonato Mundial en Elista: El humor involuntario Si un jugador exige, que se abra la puerta de su lavabo antes de efectuar la jugada, es una comicidad que derriba a todos. Sin embargo, es una comicidad, con lo cual no se sabe, si se debe reír o llorar.
Por Wolfram Runkel -
Traducido y adaptado por Frank Mayer - Revisado por Salvador Aldeguer |