Frank Mayer
Frank Mayer - Revisado por Sergio Diaz, Buenos Aires

Ajedrez: belleza y pasión

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Ajedrez de cristal

Muy poco revelan el tablero y las piezas, de las aventuras que están esperando al jugador.

Sin embargo, apenas efectuadas las primeras jugadas, la armada de madera se despierta a una vida mágica.

El jugador pasa a sus piezas y entra en una jungla, llena de líneas poderosas, que corresponden a las fuerzas efectivas de las piezas y sus múltiples relaciones.

El mismo siente las posibilidades que duermen en la posición y concibe sus planes, fiándose siempre y nuevamente en su intuición y debiendo atreverse a lo incierto.

¡Pues, el juego de ajedrez es inconcebiblemente profundo para la pura inteligencia, deben haber más posiciones que piezas elementales en el universo conocido!

Con las piezas como alfabeto, las reglas como gramática y los motivos típicos como el tesoro del vocabulario, la suerte de ambos reyes es centro de muchas leyendas en un lenguaje misterioso.

 English Ivory old style
English Ivory old style

De esta manera, el jugador vive siempre un nuevo drama, en el cual es el actor principal.

Bien entendido, que el carácter de su historia puede adquirir las formas más diversas:

La misma puede iniciarse lentamente y desarrollarse como una novela de Dostojevski, puede ser corta con un punto culminante muy seco al final como un cuento corto de Hemingway o intensificarse en una tensión insoportable como una novela policíaca de Mankell.

No es de extrañar, que aquí se produzcan fuertes emociones para el jugador de torneos, de tal forma que corre el sudor y a veces sube el pulso a cien. Quién ha saboreado del sentimiento delirante por una victoria después de una lucha pesada, quiere que se repita siempre y soporta para esto también el dolor de la derrota.

Por otra parte, también es única la relación con el adversario, cuyas jugadas siempre deben causar respeto.

De tal forma, que podemos apreciar una partida de ajedrez como una obra de arte del dialogo, una disputa mental.

Las blancas ponen su tesis, las negras su antítesis. El juego como síntesis de ambos esfuerzos no es otra cosa que la obra común de dos artistas.

Y da igual, de que manera furiosa se ha combatido al contrincante:

Con nadie más se quiere estar sentado después de la partida y averiguar sus secretos, que justo con su adversario, porque ninguna otra persona se ha identificado tanto con la partida como él.

Dibujo ajedrez

Pero alejado del éxito deportivo, se encuentra en el juego de ajedrez, como una manera de arte, una belleza particular y difícil de explicar.

Un estética como de la música clásica, pero que aparece en una forma cristalina delante nuestros ojos, en vez de los oídos.

Puede ser que se palpe como un pequeño acontecimiento de iluminación, si desde la niebla y el caos de una posición complicada se revela de repente una idea maravillosa.

O bien, después de una excursión agotadora de montaña, si al final atrae la cima como premio una vista panorámica a un valle precioso.

Sin embargo, la belleza en el ajedrez tiene que ver también bastante con el humor por resultar unas ideas sorprendentes y divertidas así como constelaciones grotescas y cómicas, por las cuales el jugador de ajedrez está riéndose como si fuese un chiste acertado.

¡Es un propio mundo, que podemos pisar en cualquier momento. La puerta consiste en el tablero y las piezas, entonces, todavía un adversario y la magia comienza!

Fuente: Academia de ajedrez, Munich

Frank Mayer - Revisado por Sergio Diaz, Buenos Aires
En febrero de 2007
Maquetación: Antón Busto

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