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El “ajedrecista idiota” | ||||||
Un suceso en el tablero: El joven ruso Ossip Bernstein estudió derecho en Hannover y Berlín a comienzos del siglo pasado y en aquellos años trabó amistad con el vigente campeón del mundo, Dr. Emanuel Lasker, al cual llegó a admirar extraordinariamente. Posteriormente se encontraron varias veces en el tablero y, a pesar de su relación personal, en cada ocasión se libraron unos combates vehementes, mostrándose Bernstein como un adversario tenaz. Por ejemplo, en San Petersburgo 1914 inflingió a Lasker su única derrota en todo el campeonato, llegando a poner en peligro su clasificación para la final, que posteriormente vencería en famoso duelo contra Capablanca. Mientras tanto, Ossip Bernstein se conviritó en un buen padre de familia, con un exitoso despacho jurídico en Moscú.
Después de una abstinencia del ajedrez de casi 10 años, el veterano espadachín Lasker, que aquel año ya tenía 66, todavía daba buenos mandobles y nuevamente se situó por delante de Bernstein, que hacía ya muchos años que vivía en Paris y se había convertido en un conocido y bien retribuído abogado. También en el encuentro personal entre los dos jugadores, el mayor ganó la partida. Al llegar al final del torneo ocurrió lo siguiente: Lasker ya había terminado su partida y ojeó las otras partidas en curso durante unos minutos. En aquel instante, Bernstein tenía clara ventaja con una pieza de más contra el campeón suizo Gygli. Lasker asintió brevemente con la cabeza y fue a su habitación para descansar un rato. Entre tanto ocurrió algo sorprendente sobre el tablero de Bernstein:
El mismo hizo lo posible por estropear su partida con algunas jugadas inexactas: 1.....Cb5? Correcto fue 1....Ce2+! 2. Rg4 Re6 3. exd5+ cxd5 4. f4 Cd6, según lo cual cae el peón d4. 2. exd5 cxd5 3. g4 Cbd6 4. Cg3 Re6?! Se debería haber jugado 4....Ce8! 5. Cf5 Cg7 y en consecuencia las blancas deben retroceder, p.e. 6. Ch6+ Rg6 7. Cg8 Ce6+ 8. Rg3 Rg5 etc. 5. g5 f5 un último intento consistía en 5....Cb5 6. Cf5 Ccd6, porque ahora el reparto de puntos era obvio. 6. Ch5 Ce8 si 6....Rf7, seguiría Cf6! 7. g6 Cb2 8. Rg5 Cd3 9. g7 Rf7 10. Rxf5 Cb4 11. Re5 y se acordaron las tablas. Durante la cena volvieron a verse Lasker y Bernstein. “¿Cómo, Ud. no ha ganado?” Lasker apenas podía comprenderlo. A continuación, Bernstein simuló indignarse: “¿Qué, en serio Ud. piensa esto? ¡Entonces debe dármelo por escrito!” En el acto, Lasker sacó de su traje una tarjeta de retrato, que hizo confeccionar el comité de organización del torneo de Zurich para cada maestro antes del comienzo, y escribió al dorso: “Por la presente confirmo al Doctor Bernstein, según su expreso deseo, que es un ajedrecista idiota.”
“¡Esta foto”, declaró Bernstein más tarde, “la he guardado como un diploma de honor!”
Frank Mayer - Revisado Joan Canal Fuente Literaria: Albin Pötzsch (Meissen) |
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