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Hacia lo alto..... Un avance “artístico” para la Olimpiada de Dresde 2008 |
El artista Stefan Albrecht y su gran proyecto de ajedrez para la Olimpiada 2008 en Dresde
Ajedrez al aire libre de una manera especial: Un juego con piezas del tamaño de un edificio, puestas sobre un tablero, tan grande como una plaza mayor. Enormes grúas levantan las piezas de piedra del peso de una tonelada o más y las colocan lentamente sobre el tablero, de casilla en casilla. Una impresionante demostración del encuentro entre las ideas.
Este aspecto podría tener, cuando a final del año próximo se celebrará la olimpiada de ajedrez en Dresde. Se trataría de partidas de ajedrez con un opulento aspecto, que darían una excelente perspectiva a “la Florencia barroca del Elba”. En todo caso será, si se cumple el deseo del escultor Stefan Albrecht:
Desde hace unos 20 años, este artista, nacido en Rostock, trabaja la escultura y es autodidáctico. Sus obras abarcan trabajos y materiales muy diferentes. En parte son de piedra y madera, en parte de acero y cobre. “Cosas muy distintas”, como suele decir. En su “oeuvre” las esculturas enormes hasta de sencillas juguetes tienen su sitio.
El artista de unos 45 años se encontró con el ajedrez de forma casual. Él es un jugador aficionado, profano y no federado. Junto con un compañero estudió durante el verano cultural de 2005 en Schwerin (Alemania del este) un proyecto con piezas de ajedrez. Su idea fue muy bien acogida y a partir de entonces también es fomentada. En consecuencia, los dos trabajaron durante casi un año en su taller. Las piezas son gigantes. La torre tiene una altura de 4,5 metros y pesa 1,5 toneladas.
Se repartieron un total de 14 grandes esculturas por el centro de la ciudad. No de forma casual, si no incluso en sus medidas sobredimensionadas representaron un problema de ajedrez. Para poder admirar todas las piezas, los visitantes se vieron obligados de cruzar toda la ciudad de Schwerin. En cada escultura se indicó, en qué casilla se encontró. El periódico local solicitó, se redujesen las enormes dimensiones al formato de un tablero de ajedrez más sus piezas y enviar la solución del problema de ajedrez reconstruido a la redacción. Como “gag”, la partida termina en tablas. Aquellos, que encontraron la solución, recibieron como regalo una pieza en miniatura. Después de las experiencias positivas de Schwerin, el escultor Albrecht quiere llegar todavía más alto: Para la Olimpiada de Dresde en 2008 está planificando un proyecto gigantesco con 32 piezas. Dado que las esculturas también son obras de arte autónomas, el concepto de Albrecht es, que sería una excelente publicidad, que no solo llamaría la atención a los jugadores de ajedrez, si no a toda la población en general y a los turistas en particular sobre la Olimpiada de Dresde en 2008. Mediante la conversión artística, Albrecht trata de plasmar las propiedades de las piezas de ajedrez en caracteres humanos. En el juego de Schwerin, el Rey es una pieza, que parece prisionera. Un viejo cobarde, que está inclinado con un gesto protector sobre una bola y trata de sujetarse convulsivamente a su poder:
O la Dama: una “Salome” bailando, cuyas armas no son una hacha de guerra o una espada, si no la astucia y la riqueza de ideas. De esta forma, Albrecht va planificando y ya trabajando la configuración de las piezas para Dresde. Si todo sale bien como es de prever, se colocarían las piezas desde el inicio del verano hasta el fin de la Olimpiada en la metrópolis sajona. Continuamente se organizarían acciones para llamar la atención sobre este gran acontecimiento y arroparlo publicitariamente. En el centro de la ciudad, se montarían partidas de exhibición con grúas que deberán mover las voluminosas esculturas de un lado para otro. Sería un espectáculo único y fantástico, en el propio sentido de la palabra. El único problema con el que se tropieza de momento, es la financiación. Parece que el comité de la organización y el ayuntamiento estén negociando favorablemente esta cuestión. Al mismo tiempo, también se promociona el propio artista con bastante éxito, de tal forma que todos los amantes del ajedrez pueden esperar que existen muchas probabilidades de que este proyecto, con tanto impacto sobre el público, llegue a ser una hermosa realidad.
Fuentes: Por Frank Mayer – revisado por Salvador Aldeguer |