Frank Mayer
Resumido y Adaptado por Frank Mayer - Revisado por Salvador Aldeguer

Negro y blanco como días y noches

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Una película para la televisión:

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Resumen

Thomas Rosenmund a la edad de 7 años, que había aprendido a jugar al ajedrez solamente como espectador, estaba decaído por este motivo. Ya de niño comenzaba a reconocer el peligro, que significaba para él este juego. Después de atravesar una crisis nerviosa juró que nunca más en su vida volvería a tocar las mágicas piezas.

Durante más de 20 años cumplió su palabra. Pero no pudo prescindir por completo de la fascinación, que ejercía sobre él el tablero con las 64 casillas negras y blancas.

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Thomas Rosenmund, representado por el actor Bruno Ganz

Como matemático súper-dotado y especialista en ordenadores ha desarrollado – para su pasatiempo – un programa, que es capaz de ganar a cualquier jugador de nivel medio.

El director de relaciones públicas de su empresa considera este hecho como un “gag” publicitario:

El ordenador programado por Rosenmund debe enfrentarse con Stefan Koruga, el Campeón actual de Ajedrez.

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Stefan Koruga, representado por el actor Ljubi Tadic

La partida entre el Campeón del Mundo y la máquina tiene lugar. Koruga gana en 17 jugadas.

Dado que se está transmitiendo el match por la televisión, Thomas Rosenmund se encuentra ridiculizado.

Rosenmund quiere vengarse. De acuerdo con su esposa María, que en cierto modo se siente preocupada por el futuro de su marido, abandona su profesión y se convierte en jugador profesional.

Su voluntad de hierro, su inteligencia y fanatismo desenfrenado le preparan para superar todos los obstáculos.

Se convierte en desafiador oficial de su “enemigo mortalKoruga.

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En el duelo, en el cual le amenaza varias veces el fracaso, consigue Thomas Rosenmund, derrotar al Campeón del Mundo.

Sin embargo, ya desde hace tiempo, es prisionero y víctima de su enfermiza obsesión.

Arrebatos de orgullo desmesurado y paranoia están intercambiándose a intervalos cada vez más cortos.

Thomas Rosenmund, el jugador genial, que quería convertirse en inmortal, abandona sus relaciones sociales, la amistad de muchos años con su asistente, su amor por María – y finalmente se destruye a sí mismo.

Al final le recluyen en un manicomio.

Traducción del criterio del autor Heinz Willschrei sobre la película (abreviada y adaptada)

¿Dos hombres, en un tablero, con caras impasibles que mueven las piezas de un lado al otro, como dramaturgia, como película?

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¿Porqué?

Estos “juegos” se desarrollan en unos lugares exactamente prefijados y en tiempos determinados para diferenciarlos de la vida cotidiana.

En los parques de juego se realizan cosas sin sentido como son manejar una pelota con todas las partes del cuerpo y no con la manera más natural, e.d. con la mano, a la portería.

O según una lógica bizarra de mover unas piezas sobre 64 casillas.

Todo esto es lo que queríamos contar: que un hombre lanza todo lo que compone su vida como angustia, esperanza, suerte, ocultación, ternura, rabia, sentido exquisito, grosería, victorias y derrotas a un juego.

E4 o D4, defensa francesa o Grünfeld – las indias – son más importantes que María, que la casa, la finca, el Díos o el diablo.

En estas 64 casillas blancas y negras no se juega, si no se vive.

Una derrota significa castración y muerte, una victoria una matanza anárquica. De que estas emociones se desarrollen sobre un tablero de madera muerta, es el resultado de la cultura humana.

Todo esto queríamos narrar y además añadimos:

Esto ocurre en “un juego”. Y todavía otra cosa:

No es verdad, que un jugador de elite apenas sabe nada de este mundo, que existen 64 casillas y 32 piezas, la restricción va más allá.

Fischer fue un especialista de la apertura con el peón Rey, Botvinnik fue un maestro de la defensa francesa, que también suele aplicar Korchnoi contra E4, Alekhine inventó una variante de defensa, que lleva su nombre.

Especialistas saben más sobre menos y menos hasta cuando uno de ellos sabe todo sobre nada.

Peter Fuller formula en su libro “Champions”, refiriéndose al ajedrez, de esta forma:

"En un mundo, donde el ajedrez es la vida, Díos es el Campeón, por lo tanto Díos consigue lo que quiere.”

La película trata del fracaso trágico de un tal Dios.

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Fotos © Virginia Shue, Hamburgo

Barcelona, abril de 2008

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