D-C. Dama y caballo forman una pareja muy temible cuando ambos están coordinados. La riqueza de combinaciones desde el inicio de partida, en el medio juego y también en el final son innumerables. El caballo es una pieza que si bien no tiene la capacidad de gran alcance que otorga el alfil (que desde un punto más lejano puede ser decisivo), se convierte en una pieza altamente portentosa cuando logra instalarse en casillas fuertes, es aquí donde despliega su gran radio de acción y donde puede lograr el dominio de casillas a las que otras piezas no pueden llegar. En primer lugar haremos referencia de un ataque bastante típico que generalmente se da en los inicios de partida, en donde el dúo D y C conectan perfectamente sobre las debilidades contrarias. Rey en el centro, la diagonal vulnerada y la falta del guardián. Ejemplo básico. 1.e4 e5 2.Cf3 f5 3.Cxe5 fxe4 Una deficiente jugada. Las negras violaron todos los principios del desarrollo en la apertura. 4.Dh5+ 4...g6 5.Cxg6

El golpe típico, aprovechando la debilidad del rey negro y la torre colgada.

MI Daniel Rivera